sábado, 10 de octubre de 2015

Rita la "·$%&/ita


Rita I: "Soy una nena"


Hola, me llamo Rita y tengo 17 añitos. Vengo leyendo relatos
desde hace un tiempo y hoy decidí escribir mi primer relato. Pero primero te voy
a describir como soy: tengo estatura mediana, pelo negro y ojos marrones, para
mi corta edad tengo pechos muy desarrollados, una carita demasiado infantil y
una cola que ejercito dos veces por semana en gimnacia. Voy a un colegio privado
(uso ese uniforme que tanto calienta; falda azul tableada, camisa blanca como
las medias, corbatita y zapatos) y aunque me masturbo casi a diario, todavía soy
virgen (no quiero iniciarme yo misma ni con un chico cualquiera).



De seis hermanos soy la unica mujer y lo peor es que mi mamá
me trata como a una nena... pero lo mejor es que tengo mi cuarto propio ¡¡sii!!,
lo hice pintar de rosa (mi color favorito) y le puse una traba para que nadie
pueda entrar, sobre todo mis hermanos que jugando se pueden llevar una sorpresa
sobre su hermanita menor... Me encantan los relatos eróticos desde hace casi un
año, cuando mi mejor amiga imprimió uno y me lo dio a la salida del cole.


De ahí empecé a buscar yo los relatos que mas me gustaban y
hasta el día de hoy me encantan mas que todo los de masturbación. Se nos ocurrió
con mi amiga que si escribía como soy y que cosas me gustan hacer, chicos de
todos lados (yo soy Argentina) me escribirían como lo hacen y juntos podríamos
fantasear de manera mas personal via mail que leyendo textos de desconocidos sin
respuesta... pero ahora te voy a calentar un poco contandote mis primeras
experiencias.


La primera vez que llevé las manos a mi entrepiena fue casi
sin querer... era una tarde cualquiera, cuando tenía 14, estaba tirada boca
arriba en el sofá mirando tele y jugando porque estaba sola, cada vez que
aparecía en la pantalla un actor que me gustaba ponía dos dedos sobre la
bombacha (en la parte de algodón) y dibujaba circulos apretando despacito...
pesaron unos minutos y lo que se sentía agradable al principio se empezó a poner
mas caliente y me provocaba un placer enorme... mis tetas parecían llenarse de
líquido hirviendo que me torcía el cuerpo hacia atrás... me aflojé la ropa
íntima y con la palma de la mano entera me frotaba de arriba abajo con frenesí
porque el cuerpo me temblaba pidiendo a gritos más y más. Casi sin poder
respirar y con gemidos bien profundos mojé por primera vez una bombacha que
parecía infantil pero que al llevarla a la nariz se podía sentir ese olor a
mujer que cambió mi vida.


Los días fueron pasando y lo que empezó como un juego se fue
volviendo una adicción que hasta el día de hoy no puedo ni quiero frenar. De ser
la nena de mamá me fui conviertiendo en una hembra en el cuerpo de una menor sin
que mi familia lo note.


De esos años hasta ahora las formas de masturbarme fueron
cambiando de acuerdo a los días y lugares; por ejemplo, los martes y viernes
tengo gimnacia en el cole... con esas horas corriendo y saltando me aseguro
tener la bombachita bien transpirada para cuando llego a casa y me acuesto,
bajarme la prendita y ponerla sobre la cara para poder sentir mis olores mas
profundos mientras me descargo con las manos húmedas la tensión de la semana de
colegio... pero casi siempre cumplía con la siguiente rutina: salía del colegio,
me quedaba hablando con mis amigas de cualquier cosa; pero con mi mejor amiga
hablabamos de cómo nos íbamos a masturbar cuando lleguemos a nuestras casas (no
quiere que escriba su nombre, pero es mas pajera que yo ¡ja!!) y algo nerviosa
llegaba a casa, tomaba la leche (como siempre) parada en la cocina, saludaba a
mamá y le decía las palabras mágicas "¡me voy a acostar a dormir un ratito
porque estoy cansada!" o sino "duermo un rato y después hago la tarea" y con esa
excusa perfecta me aseguraba que nadie golpearía la puerta para interrumpir el
mejor momento del día.


Tiraba la mochila en un rincón de mi pieza, me sacaba los
zapatitos y la corbata del uniforme, me desabotonaba un poco la camisa y me
acostaba en mi cama a darle rienda suelta a mis placeres mas íntimos... boca
arriba y con mi ropa de colegiala puesta separaba las piernitas y empezaba
acariciandome los muslos de arriba abajo... el ritmo hacía que mi cuerpo entero
se arrastrara en la cama... con ambas manos me acercaba cada vez más a la zona
acolchadita de mi ropa interior que hacía de toalla secandome las gotas de sudor
y placer de mi entrepierna.


Dejando las piernitas abiertas me desabotonaba la camisa y la
tiraba por ahí, me sacaba el corpiño raspandolos contra mis pezones que a
comparación con el tamaño de mis pechos son chiquitos, pero parecía que querían
salirse del calor además de volverse bien sensibles a cualquier cosa que les
hacía, sobre todo cuando levantaba mis pechos con ambas manos y con la lengua
estirada los lamía todo alrededor acompañada de las yemas de mis dedos... me
volvía loca... pero no descuidaba la parte más placentera, de a ratos juntaba
los tres dedos del medio y apoyándolos en la bombacha dibujaba mi virginal raya
secandome el placer que desbordaba la ropita infantil y se salía por los
costados... el movimiento se volvía infernal y el olor que se sentía en mi
cuarto dejaba de ser el perfume de una nena para transformarse en olor a mujer
que emanaba sexo y más sexo...


También tenía distintas posiciones para acariciarme, a veces
me ponía de costado y juntando las piernas, llevaba una mano por debajo de la
espalda, me metía la ropa íntima por la raya de la cola, me masajeaba y me
detenía en la rayita... o sino me ponía en cuatro patas (una posición que me
encanta) y me bajaba la bombachita despacito... despacito... descubriendo mi
tesoro húmedo... me terminaba de desnudar bien rápido para pasar a una etapa mas
exitante y placentera todavía. Solo con las medias puestas me metía bajo las
sábanas y me tapaba toda, quedando en una semioscuridad lista para las
fantasías... lo primero que hacía era ponerme boca arriba y poner sobre mi cara
la bombacha recién sacada de mi sudado cuerpito... sentir es mezcla de olores a
transpiración y sexo mientras abrazaba entre mis piernas a mi almohada como si
fuera la cara de alguien me hacía sentir una mujer entera, disfrutando lo que
tengo entre las piernas al máximo... con las manos agarraba la almohada y me la
frotaba por el cuerpo como si me estuvieran clavando hasta el fondo... después
la acostaba y me montaba yo arriba.


A los saltos mis pechos subían y bajaban rebotando... me
frotaba toda la concha en la almohada dando gemiditos como "mmmmm", no podía
gritar cuando en mi casa estaba alguien para no levantar sospechas, pero si en
algún momento salían de compras abría la boquita y hasta me gritaba cosas como
que "soy tu putita", "ayy, cogeme asíí!!" "ayyy!!" y terminaba empapandome toda
en un orgásmo interminable... pero antes de acabar y siempre que sentía que
estaba cerca, me ponía la bombachita de nuevo, para no manchar mucho, aunque una
vez mojé toda mi almohada y dormí por varios días oliendo sexo puro... a veces
para no usar la almohada como amante muy seguido, me ponía en cuatro, mis dos
manos las llevaba a la boca y las llenaba de saliva... una vez que estaban todas
mojadas me untaba toda la entrepierna, sea la raya de la cola, el orificio
oscurito y toda la concha... de costado y levantando una piernita, me pasaba
ambas manos resbalosas por toda mi caliente humanidad hasta llegar a dos o tres
orgásmos sublimes en una hora de masajes y placer bajo mis sábanas....


Luego de toda una sesión de placer, a hurtadillas me metía en
el baño a lavar mi ropa interior y mi sudado cuerpo para luego hacer la aburrida
terea del cole en el comedor... casi siempre me siento con mamá en la mesa y me
mira... me cuida y me trata como a su nena, y yo también me comporto como tal,
pero si supiera que cuando ésta colegiala queda solita, deja de ser su "nena"
por una hora de sexo puro...


El tiempo pasó y la tímida masturbación con la mano o
frotandose de los 15 añitos fue quedando atrás para volverse cada vez más
intenso y profundo, fantaseando con mis compañeros de clase y metiendome dedos
por mi fuente de placer... pero todo esto te lo voy a contar en el proximo
relato... asi que ¡muchos besos!! y hasta prontito...


PD: ¿te gustó? ¿te gustaría que nos calentemos de a dos? Si
sos hombre escribime un mail que prometo contestar... ¿si?.. animate...

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