martes, 5 de diciembre de 2017

Cornudo a propósito. Hotel Meridian.


Simón estaba atado, de rodillas, con las manos tras la espalda y una cuerda atrapando cruelmente su cuello hasta la pata de una pesada peinadora con tabla de mármol. Prácticamente imposible de mover desde su posición y menos con su postura.